La frase del día

El hombre puede vivir unos cuarenta días sin comida, unos tres días sin agua, unos ocho minutos sin aire, pero sólo un segundo sin esperanza.” — CHARLES DARWIN

lunes, 17 de noviembre de 2008

METAFÍSICA

Hay días como los de hoy en los que uno no debiera haberse levantado. No es que me haya sucedido nada en particular que haya inclinado la balanza de las penas hacia ningún sitio; pero lo cierto es que me he sentido raro, triste, con un sentimiento amargo ante la vida que me ha acompañado hasta altas horas de la madrugada, en la que me he reencontrado con el folio virtual en blanco y con unas ganas locas de escribir algo, aunque no fueran más que divagaciones de un hombre de la calle, que sacia sus deseos de hablar de tristezas sin amargar por ello a nadie. Ha sido, en definitiva, una jornada de esas que yo suelo denominar eufemísticamente metafísica, nombre que sin duda le viene al pelo, ya que me dedico a pensar más que nunca en la naturaleza humana, en sus actos cotidianos, en las motivaciones que las propician, y casi nunca suelo llegar a ninguna conclusión porque, como dice la campaña de una bebida energética: “el hombre es extraordinario”.
En estos largos momentos de reflexión, mi mente comienza a tejer las redes más insospechadas, eludiendo los problemas personales y logrando alcanzar la paz solo bajo el signo de la exorcización de mis sentimientos a través de un folio en blanco, que es hasta el momento el amigo más fiel que me haya encontrado.
Es cierto que en demasiadas ocasiones no he podido navegar por este océano blanco; igual de acertado es decir que si no lo he hecho es porque me han faltado las fuerzas. Esta leve divagación he tardado cerca de tres semanas en escribirla, no por elaboración, ni por buscar una calidad que de antemano no le concedo, si no porque me ha faltado el valor para enfrentarme a esa realidad cotidiana que, en algunas ocasiones, se me hace insostenible, y me sumerge en un estado que Azorín explicó larga y concienzudamente en “La voluntad”, una de las mejores no-novelas que yo haya leido jamás, y que no es otra que la abulia.
Perdón por tardar tanto en regresar; perdón por regresar con un intemporal que tiene un nada de calidad y un mucho de sentimiento amargo.

Y no es verdad dolor, yo te conozco,
tú eres nostalgia de la vida buena
y soledad de corazón sombrío
de barco sin naufragio y sin estrella.
Como perro olvidado que no tiene
huella ni olfato y yerra por los caminos
[ sin camino
Como el niño, que en la noche de una fiesta
[se pierde entre el gentio
y el aire polvoriento, las candelas cimbreantes
atónito asombra su corazón de música y de pena.
Así voy yo, borracho melancólico, guitarrista
[lunático, poeta
y pobre hombre en sueños
siempre buscando a Dios entre la niebla.
ANTONIO MACHADO